Como en tantos otros temas, el concepto tradicional de masculinidad se ha quedado atrás respecto a la salud mental. Toca actualizarla.
Ser fuerte no significa callar. Sino tener los huevos de pedir ayuda. Ser hombre no significa reprimirse. Significa ser valiente para transitar tus emociones y compartirlas. No es esconderse tras una máscara de murciélago. Es quitarse la máscara y poder mostrarse vulnerable.
Es, en definitiva, ser menos como Batman. Que Batman está #putofatal.
Y cuando uno está mal, pide ayuda por la boca. No reparte hostias disfrazado de murciélago.